Camino a los Oscars: Phantom Thread
Phantom Thread: musas y turbulencias.
“El hilo fantasma” es una película difícil de describir en una reseña. Antes de verla decidí tomar la medida precautoria de no ver el tráiler ni buscar información sobre la misma; y mis expectativas, debo admitir, no eran muy altas. Vale la pena admitir que comparada a otros nominados como Lady Bird, The shape of water o Get out, la premisa puede llegar a parecer bastante aburrida. Sin embargo, me tomó por sorpresa en varios aspectos, tantos técnicos como actorales.
La película toma lugar en los años 50, y se centra en la relación entre un estirado y estricto diseñador de moda y su musa/amante, una joven rebelde que hace tambalear la rectitud de su estilo de vida. A pesar de haber disfrutado la labor del director y de los actores, considero que la historia es quizás la parte más poderosa del film. Es interesante y emocionante ver el desarrollo de la turbulenta relación entre un hombre que explica no querer casarse porque su oficio es lo primero, y que descarta amantes a la ligera cuando lo aburren; y una muchacha enamorada y llena de vida, sintiéndose especial al poder llamar la atención de alguien como él.
A los 20 minutos de haber empezado la película, comparten este intercambio de palabras:
“Siento que te he estado buscando toda mi vida”
“Me encontraste…pero hagas lo que hagas, que sea con cuidado”
Y sin querer spoilear demasiado ni arruinar a los lectores la experiencia de disfrutarla, es válido expresar que esa frase engloba bastante bien la dependencia que ambos comparten. Es difícil de explicar, pero a pesar de todos los matices que la película posee, es una historia de amor. Quizá no sea la mejor, ni más tierna o soñada del mundo, pero una caracterizada por la cruda realidad y la desesperación que la rodean.
Si bien previamente mencioné que tenía la sensación de que me iba a aburrir demasiado, me llevé una grata sorpresa. Esto, obviamente, no quiere decir que la película sea entretenida sobremanera; el primer y tercer acto son llevaderos, pero el nudo es bastante lento. Así que si deciden verla y la empiezan a sentir tediosa entrada la primera hora, aguanten hasta el final, la parte más poderosa.
La dirección fue armónica y consistente, con algunos planos y secuencias muy atrayentes. Hay que darle mucho mérito al director, Paul Thomas Anderson, ya que al encontrarse con una película de estas características es difícil lograr que la dirección cautive al espectador. Obviamente en una película como The shape of water¸ el director puede lucirse con planos mucho más interesantes y secuencias que llaman más la atención. Sin embargo, la dirección fue sólida y demuestra que Anderson tiene bien merecida su nominación. Veremos cómo resulta, porque al haber estado nominado al Oscar previamente por una película también protagonizada por Daniel Day-Lewis y perder el galardón, la historia podría volver a repetirse.
La actuación fue impecable, como era de esperarse con un actor del calibre de Day-Lewis, que ya tiene bajo su brazo tres premios Oscar (¡veremos si ahora se lleva el cuarto!). Pero también estuve gratamente impresionada con la actuación de la alemana Vicky Krieps, que co-protagoniza la cinta. Nunca antes la había visto actuar y quedé sorprendida con la genuinidad con la que interpretó a su personaje; a mí parecer podría llegar a ser merecedora de una nominación, aunque la academia no parece estar de acuerdo. La química entre ambos fue, durante toda la película, excelente, lo que le permite al espectador sumirse todavía más en la historia. Otra de las nominadas en el reparto es Lesley Manville, quien le da la vida de manera satisfactoria a la hermana de Day-Lewis, una mujer fría, que parece ya haberse cansado también del carácter terco del mismo.
Completa con una historia turbulenta y cautivadora, una dirección armónica y bien planeada y un cast de alto renombre que nos deja con el corazón palpitando y la boca abierta; Phantom Thread es una película que a pesar de no haber dado mucho de hablar, y no ser una de las favoritas, definitivamente merece ser vista para lograr apreciar la belleza que la misma encierra. Una historia de amor inesperada y desesperada a la vez, que a pesar de su violento desarrollo logra peculiarmente encantar al espectador, pero… ¿es el mejor relato romántico del año?.