Woodstock 1969: La revolución cultural en el mundo de las costumbresa

Hace casi 49 años que se realizaba uno de los festivales más significativos en nuestra historia, cuna del movimiento hippie, anti consumista y anti bélico, que serviría luego como el gran cierre de la década y el espíritu de los 60. El rechazo al sistema, al consumismo y a las Guerras de Corea y Vietnam fueron las características más importantes de este memorable festival donde participaron 32 artistas en total y tuvo lugar los días 15, 16, 17 y la mañana del 18 del mes de Agosto de 1969, en una granja de 240 hectáreas en Bethel, Sullivan County, en el estado de Nueva York.

El amor libre, el pacifismo, el ecologismo, la revolución sexual y el mundo de las drogas fueron parte fundamental de lo que los definía como jóvenes y hippies para aquel entonces. Veían como único medio salirse (o al menos tratar) del sistema el cual nos sigue estructurado hasta hoy en día, lograr ser libres y estar en contra de las grandes corporaciones y empresas que nos siguen dominando.

Pero la verdad a todo esto, es que desde aquel primer Woodstock las cosas cambiaron poco y mucho. El consumismo fue expandiéndose cada vez más fuerte, muchos artistas que participaron en el festival como Jimi Hendrix y Janis Joplin murieron por sobredosis, la Guerra Fría terminó, el socialismo falló y la gran mayoría de los jóvenes pertenecientes al movimiento hippie lamentablemente no pudieron hacerle contra al sistema. La gran década de los 60 llegó a su fin, y quienes para aquel entonces eran jóvenes crecieron, cambiaron, vieron la necesidad de conseguir trabajo, reemplazaron el LSD por viagra, el porro por el paf, se cortaron sus peluclas y se pusieron corbata y comenzaron a usar trajes. No sabemos si el espíritu rebelde en ellxs sigue ahí pero lo que sí sabemos es que ese espíritu debe pasar (y está pasando) a través de generaciones y no debe morir nunca. No dejemos de luchar contra el sistema, no permitamos que el sistema nos rija y domine, no accedamos a que las grandes empresas nos mantengan en la palma de su mano, mantengamos con vida esa década de resplandor en su sentido más firme. “El país se está partiendo en dos. De un lado los halcones, los amantes de la guerra, los millonarios, los viejos políticos, la madre de grises cabellos, los jueces hambrientos de sexo, los oficiales del ejército, los castrados eclesiásticos, los marines suicidas, los maestros robot; del otro lado, los jóvenes, las palomas, los beatniks, los poetas y artistas, los estudiantes rebeldes, las minorías negras, los rockanroles, los psicodélicos. Y el viejo socialismo falló, el marxismo fue demasiado mecánico, Marx siempre propuso los problemas humanos para el día después de la revolución. Pero hoy es el día después de la revolución. Hoy es después de la revolución sexual que liberó nuestras energías personales aprisionadas por generaciones enteras. Hoy es después de la revolución artística que trajo el arte a la vida. Cuando el modo de la música cambia, tiemblan los muros de la ciudad. La vieja ciudad desaparece; hay que ir a fundar otra muy distinta y muy lejos de las viejas ciudades de la muerte, y será la revolución psicodélica nuestra magia para romper cabezas y hacer resurgir nuevos mandos. Rompan los esquemas, destrocen las imágenes, huyamos todos. De mi entusiasmo, de mi amor, salió un poema, sólo a veces cambian los poemas al mundo, sólo hice lo que debía. Ven a bailar conmigo en la tierra del imbécil gobernador Reagan.”